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4 tareas para un mantenimiento preventivo en centros de lavado
La gestión de un centro de autolavado no requiere de un gasto en mano de obra diaria como pueden tener las gasolineras o centros de lavado a mano donde debe estar presente una persona en las instalaciones para que el negocio funcione, pero tampoco se puede dejar que la actividad corra sin ninguna supervisión.
Es recomendable hacer un mantenimiento semanal para evitar un bajo rendimiento del lavadero o, lo que es peor, averías en los momentos de mayor exigencia de la maquinaria.
¿Cuáles son las tareas a realizar para un correcto mantenimiento de un centro de lavado para vehículos?
Los centros de lavado son diferentes entre sí dependiendo de los servicios que ofrezcan como el número de boxes de lavado, puentes de lavado, accesorios…; y las características de cada maquinaria de la instalación, como el tratamiento de agua (que depende del tipo de agua del terreno) el tipo de caldera instalada, compresor, etc.
Generalizar a la hora de enumerar las tareas de mantenimiento puede no ser preciso, pues cada centro de lavado tiene un nivel de exigencia diferente ya sea por composición del mismo o por números de lavado que realiza. En cualquier caso existen tareas que acomuna a todos los lavaderos de coches.
A continuación enumeramos los 4 pasos ha seguir que todo centro de lavado de vehículos debería realizar:
1. Analizar la calidad del agua de lavado

El agua es el corazón del lavadero, el parámetro cero, es como la harina al panadero o la madera al carpintero.
Es muy importante que el agua que venga utilizada para limpiar esté libre de sedimentos, sales y bacterias, es decir obtener un agua pura, de lo contrario un lavado con agua no purificada puede dejar suciedad en la carrocería.
La encargada de purificar el agua es la planta de osmosis inversa. Revisar el estado de la planta de ósmosis inversa, es fundamental para conocer si estamos consiguiendo un rendimiento óptimo, para verificar el funcionamiento lo podemos efectuar de las siguientes maneras:
A) Medir el nivel de conductividad eléctrica del agua
La conductividad es la capacidad de la materia que permite el flujo de corriente eléctrica entre sus partículas. Nos indica la cantidad de sedimentos presentes en el agua, a mayor conductividad mayor será el número de sedimentos, por lo tanto de peor calidad el agua de lavado.
El nivel óptimo de conductividad debería ser inferior a 90 microSiemens.
B) Medir el nivel de dureza del agua mediante reactivos.
El nivel de dureza mide la cantidad de calcio y magnesio presente en el agua, cuanto más bajos sean estos valores el rendimiento del lavado será mejor. Un valor óptimo de estos niveles debería situarse entre 0 y 10 °fH o 0 y 100 mgCaCO3/l. Es decir deberíamos utilizar un agua considerada muy blanda.
Unos valores por encima de los indicados pueden radicar en un mal funcionamiento de las membranas de la planta de osmosis por acumulación de sedimentos o de algunos de los sistemas de pretratamiento del agua (declorador, descalcificador, filtro zeolita…)
2. Verificar la presión del agua de lavado

La alta presión es el factor diferenciador, después de un agua de calidad, la alta presión es el motivo por el cual los usuarios vienen a limpiar el coche en el centro de lavado y no en sus casas.
De tal manera es muy importante comprobar el nivel de presión del agua en el circuito, la presión debería situarse por encima de los 100 bares, además debe ser constante es decir que no existan picos de intensidad, de lo contrario podría significar que el sistema tiene una válvula atascada o el motor está fallando.
3. Comprobar el nivel de Producto químico

Otro atributo que añade valor a la limpieza del auto en un centro de lavado es el producto químico que viene utilizado.
En este caso el mayor riesgo lo encontramos en no revisar la cantidad de reserva de producto químico disponible en el depósito. Hacer especial hincapié en los fines de semana soleados sin precipitaciones que son los que, por comportamiento de compra del usuario estándar, se suele lavar el coche con mayor frecuencia.
4. Controlar la succión de los Aspiradores

Uno de los accesorios más comunes en los lavaderos de coches son los aspiradores, normalmente tienen una potencia superior a los convencionales de casa y por eso suponen un elemento a tener en cuenta para el usuario cuando viene a lavar el vehículo. Revisar que no existan fugas de aire hará que no perdamos calidad en el servicio.
La salida de los aspiradores es la parte que antes se desgasta debido al constante contacto con las tapicerías, es por eso que es la parte a la que más atención tenemos que hacer pues es en la que más probabilidades hay que existan fugas. No solo debemos centrarnos en la boquilla, es recomendable revisar también que la succión sea correcta en las uniones o en la manguera. De ser así sustituir la pieza debería solucionar la incidencia.
En conclusión, un servicio de calidad en el centro de lavado depende en gran medida de la calidad del servicio que se ofrece, para ello es necesario que el mantenimiento de los componentes del lavadero sea frecuente y preventivo. De lo contrario, un mal funcionamiento de una de las partes del lavadero que no venga subsanado, puede traducirse en una avería mayor y pérdida de calidad en el lavado del vehículo.